“La vida nos resulta demasiado pesada –afirma Freud, con agudeza-: nos depara excesivos sufrimientos, decepciones, empresas imposibles. Para soportarla, no podemos pasarnos sin calmantes del dolor. Los hay quizá de tres especies: distracciones poderosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria; satisfacciones sustitutivas que la reducen; narcóticos que nos tornan insensibles a ella”.
“En el curso de las últimas generaciones, la Humanidad ha realizado extraordinarios progresos en las ciencias y en la técnica, afianzando así su dominio sobre la Naturaleza.
El hombre se enorgullece con razón de tales conquistas, pero comienza a sospechar que este dominio recién adquirido sobre el espacio y el tiempo (cumplimiento de un anhelo multimilenario) no ha elevado la satisfacción placentera que él exige de la vida; no lo ha hecho, en definitiva, más feliz”, afirma Sigmund Freud en su famoso ensayo El malestar de la cultura, que el escritor Sebastián Dozo Moreno (que entrevistó a intelectuales del país y el mundo para el diario La Nación) convirtió en entrevista para esta edición que hoy presentamos, a fin de hacer más ameno y accesible el tratado en el que el sabio de Viena revela sus claves para alcanzar la felicidad en esta vida.
En cada encuentro semanal, se abordarán, alternativamente, temáticas y textos relacionados con los siguientes 7 módulos: Historia de la poesía. Historia del corazón humano. homero
Para crear, me he destruido. Fernando Pessoa La mariposa ama la llama que la fulmina. He aquí un misterio consabido, ignorado, cargado de claves
El alma que entre allí debe ir desnuda, temblando de deseo y fiebre santa… Sobre cardo heridor y espina aguda, así dice, así sueña, y
Si no lo supiera, no podría vivir. Todo el mundo debería saberlo. Al otro lado del muro de los lamentos de cemento de la horra
¿Qué es aquél pétalo blanco que sobre la mar blanquea? es un velero de Málaga que huele a jazmín y riela. ¿Qué es aquél
¡Retírate Aquilón!… y ven tú, ¡oh viento Austro! a soplar en todo mi huerto, y esparce sus aromas… Melchor Cibenensis Por qué el hombre
